Jul 02 2025
Kuba lehnt das Memorandum des US-Präsidenten ab, das die Wirtschaftsblockade verschärft
Erklärung des Ministeriums für Auswärtige Angelegenheiten der Republik Kuba
Das antikubanische Dokument, das die US-Regierung am 30. Juni 2025 veröffentlicht hat, ist eine Neuauflage und Änderung des Präsidialmemorandums zur nationalen Sicherheit Nr. 5, das die US-Regierung selbst am 16. Juni 2017 zu Beginn der ersten Amtszeit von Donald Trump herausgegeben hatte.
Kuba verurteilt und lehnt beide Versionen dieses abscheulichen Dokuments kategorisch ab.
Als klarer Ausdruck des aggressiven Verhaltens und der hegemonialen Absichten dieses Landes sehen der ursprüngliche Text und seine aktuelle Neuauflage eine Reihe von Maßnahmen vor, die darauf abzielen, die wirtschaftliche Blockade weiter zu verschärfen und dem kubanischen Volk noch größere Entbehrungen zuzufügen, in dem vergeblichen Versuch, das Land zu übernehmen und sein Schicksal zu bestimmen, in Übereinstimmung mit den Bestimmungen des Helms-Burton-Gesetzes von 1996.
Bereits seit 2017 und unter dem Schutz des damals herausgegebenen Memorandums begann die US-Regierung mit der Anwendung von Maßnahmen zur extremen Verschärfung der Wirtschaftsblockade, die diese in eine qualitativ schädlichere Dimension führten. Diese Maßnahmen wurden über acht Jahre hinweg beibehalten, einschließlich der Amtszeit von Joseph Biden, und erklären weitgehend die derzeitigen Entbehrungen und die großen Herausforderungen, denen sich die kubanische Wirtschaft hinsichtlich ihrer Erholung, ihres Wachstums und ihrer Entwicklung gegenübersieht.
Das ursprüngliche Memorandum von 2017 war die politische Plattform, die unter anderem das fast vollständige Verbot von Reisen von US-Bürgern nach Kuba vorantrieb. Es führte zur Verfolgung von Treibstofflieferungen, zur Behinderung von Überweisungen und zu Maßnahmen gegen Regierungen von Drittländern, weil diese kubanische medizinische Dienste zur Versorgung ihrer jeweiligen Bevölkerung in Anspruch nahmen.
Es ist auch das Memorandum, das den Druck auf Handels- und Finanzunternehmen in aller Welt erhöht hat, um ihre Beziehungen zu Kuba zu unterbinden, das Klagen vor US-Gerichten gegen Investoren in unserem Land ermöglicht und das die verleumderische Aufnahme der Insel in die Liste der angeblichen Terrorismus unterstützenden Staaten mit ihren verhängnisvollen Folgen für die nationale Wirtschaft veranlasst hat.
Diese feindselige Politik verstößt gegen das Völkerrecht und zahlreiche Resolutionen der Vereinten Nationen. Sie soll den Einsatz wirtschaftlicher Zwangsmaßnahmen als Waffe der Aggression gegen ein souveränes Land rechtfertigen, mit dem Ziel, den politischen Willen der gesamten Nation zu brechen und sie der hegemonialen Diktatur der Vereinigten Staaten zu unterwerfen. Es ist kein Zufall, dass die Generalversammlung der Vereinten Nationen seit 1992 fast einstimmig die Beendigung der Wirtschafts-, Handels- und Finanzblockade fordert.
Um ihr Vorgehen zu rechtfertigen, beziehen sich sowohl das ursprüngliche als auch das nun geänderte Präsidialmemorandum auf Begriffe wie Demokratie, Menschenrechte, Religionsfreiheit und andere. All dies sind Konzepte, die mit dem missbräuchlichen und rechtswidrigen historischen Verhalten der US-Regierung unvereinbar sind. Es wird auch ausdrücklich auf das Bestreben verwiesen, den Sozialismus zu zerstören und die kubanische Wirtschaft zum Kapitalismus zu bekehren.
Die Regierenden und Politiker der Vereinigten Staaten haben die Unverschämtheit zu behaupten, dass sie dies zum Wohle des kubanischen Volkes tun.
Die Herausforderungen, denen Kuba gegenübersteht, sind groß und anspruchsvoll, insbesondere aufgrund des Bestrebens der Vereinigten Staaten, das nationale Projekt zu zerstören, das wir Kubaner in voller Ausübung unserer souveränen Rechte, darunter das Recht auf Selbstbestimmung, aufgebaut haben.
Der US-Regierung ist es egal, dass Kuba ein friedliches, stabiles und solidarisches Land ist, das mit praktisch der ganzen Welt freundschaftliche Beziehungen unterhält. Die Politik, die sie verfolgt, entspricht den engen Interessen einer antikubanischen und korrupten Clique, die die Aggression gegen ihren Nachbarn zu einer Lebensweise und einem sehr lukrativen Geschäft gemacht hat.
Havanna, 1. Juli 2025.
(Cubaminrex-Embacuba Alemania)
Cuba rechaza el Memorando Presidencial de EEUU que endurece el bloqueo económico
Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores
El documento anticubano dado a conocer por el gobierno estadounidense el 30 de junio de 2025 consiste en una reedición y enmienda del Memorando Presidencial de Seguridad Nacional No. 5 que el propio gobierno de Estados Unidos había emitido el 16 de junio de 2017, al inicio del primer mandato de Donald Trump.
Cuba denuncia y rechaza categóricamente ambas versiones del infame documento.
Como clara expresión de la conducta agresiva y los propósitos hegemónicos de ese país, el texto original y su reedición actual contemplan un cuerpo de medidas dirigidas a fortalecer aún más el cerco económico y provocar mayores carencias al pueblo cubano, en el fallido intento de apoderarse del país y regir su destino, en conformidad con lo dispuesto en la Ley Helms-Burton de 1996.
Ya desde 2017 y al amparo del Memorando entonces emitido, el gobierno estadunidense comenzó la aplicación de medidas de reforzamiento extremo del bloqueo económico que lo llevaron a una dimensión cualitativamente más dañina. Estas medidas se han mantenido a lo largo de ocho años, incluido el período de gobierno de Joseph Biden, y explican en gran medida las carencias actuales y los grandes desafíos que enfrenta la economía cubana para su recuperación, crecimiento y desarrollo.
El Memorando original de 2017 ha sido la plataforma política que impulsó, entre otras medidas, la prohibición casi absoluta a que los estadounidenses viajen a Cuba. Es la que indujo a la persecución de los suministros de combustible, la obstaculización de remesas, y las medidas contra gobiernos de terceros países por contar éstos con servicios médicos cubanos para atender a sus respectivas poblaciones.
Es también la que ha promovido las presiones a entidades comerciales y financieras de cualquier parte del mundo para impedir su relación con Cuba, la que propicia demandas en cortes de Estados Unidos contra inversionistas en nuestro país, la que dispuso la calumniosa inclusión de la isla en la lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, con sus nefastas consecuencias para la economía nacional.
La política hostil así definida, viola el Derecho Internacional y numerosas resoluciones de la ONU. Pretende fundamentar el uso de la coerción económica como arma de agresión contra un país soberano, con el ánimo de quebrar la voluntad política de toda la nación y someterla a la dictadura hegemonista de Estados Unidos. No es por gusto ni por azar que, desde 1992, la Asamblea General de la ONU reclama casi unánimemente que se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero.
Para justificar su actuación, tanto el Memorando Presidencial original como el ahora enmendado hacen referencia a términos como democracia, derechos humanos, libertad religiosa y otros. Todos son conceptos incompatibles con la abusiva y transgresora conducta histórica del gobierno estadounidense. También hace referencia expresa al empeño en destruir el socialismo y convertir la economía cubana al capitalismo.
Los gobernantes y políticos de Estados Unidos tienen la desvergüenza de declarar que actúan así para bien del pueblo cubano.
Los desafíos que enfrenta Cuba son grandes y retadores, en especial por el empeño estadounidense de destruir el proyecto nacional que los cubanos hemos construido en pleno ejercicio de nuestros derechos soberanos, entre ellos, el de la libre determinación.
No le importa al gobierno estadounidense que Cuba sea un país pacífico, estable, solidario y con relaciones amistosas con prácticamente el mundo entero. La política que aplica responde a los intereses estrechos de una camarilla anticubana y corrupta que ha hecho de la agresión al vecino un modo de vida y un negocio muy lucrativo.
La Habana, 1ro de julio de 2025.
(Cubaminrex)
Cuba rechaza el Memorando Presidencial de EEUU que endurece el bloqueo económico